Ante los últimos casos de presuntas agresiones sexistas acontecidos en el territorio gipuzkoano durante las últimas horas, en lugares como Soraluze, Lazkao o la capital donostiarra, el portavoz de la Diputación, Imanol Lasa, ha querido expresar «nuestra más rotunda condena y solidaridad con las víctimas» en nombre de la institución. Pero además, para poner «ojos y cara» a una lacra que «todavía» sucede en Gipuzkoa, ha querido dar cifras de lo que supone oficialmente.
De esta manera, Lasa recuerda que 2.400 mujeres viven protegidas por la Ertzaintza en el territorio: «Acompañándoles en momentos concretos, vigilando cuando se producen órdenes de alejamiento…». A noviembre de 2018, seguían activas 1.164 órdenes de alejamiento. La Diputación acogió en 2018 a 143 mujeres en sus centros de atención, ya fueran en casos urgentes o a más largo plazo; y 653 víctimas fueron atendidas psicológicamente. «Esta es la realidad que todavía hoy, en Gipuzkoa, viven muchas mujeres».
El gobierno foral ha querido aportar estos datos sobre todo ahora, cuando «distintas fuerzas políticas» del estado niegan o minimizan un problema indigno del siglo XXI. «Observamos que hay quien se niega tozudamente a ver esta realidad», o que «está frivolizando» con él, cuando es «un problema estructural», relacionada con la desigualdad en general.
Como problema social de primer orden, cree la Diputación que hay que combatirlo «con todas nuestras fuerzas. No solamente desde las instituciones» se podrá erradicar la lacra, señala Lasa, pero asegura que el ente foral siempre pondrá todos los recursos que pueda para combatirla.
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