Miles de personas han participado en la manifestación de Donostia, hoy, «contra los recortes y el desmantelamiento de Osakidetza». La convocatoria partía de SATSE, ELA, LAB, SME, CCOO y UGT que llevan tiempo denunciando «la precariedad» de un sistema «cada vez más débil» a causa de «la falta de personal». La protesta se ha desarrollado en las tres capitales vascas al unísono.
La alta tasa de temporalidad y la falta de contratación, que el Gobierno vasco achaca a la falta de profesionales, tesis que no convence en absoluto a los sindicatos, es uno de los puntos más urgentes para revertir según el sector crítico.
“La asistencia sanitaria que se ofrece a la ciudadanía es cada vez menos accesible y de peor calidad”, denunciaban recientemente las centrales en referencia a «demoras, cierres y restricciones en Puntos de Atención Continuada (PAC)». “Esto obliga a los pacientes a hacer mayores desplazamientos y coloca a colectivos vulnerables en una situación delicada”. Por otro lado la negociación con el Departamento de Salud «está bloqueada».
La privatización de servicios también es otro punto crítico. Esta semana se supo que Osakidetza concertó servicios sanitarios con centros privados por importe de unos 222,6 millones de euros en 2022, lo que supone aproximadamente el 5 % del presupuesto total del Departamento de Salud.
El territorio con el coste de los conciertos más elevado fue el de Gipuzkoa, con 122,8 millones, seguido del de Bizkaia, con 80,3 millones y el de Álava, con 19,4 millones.
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